DE CARNE 59

Trazabilidad e impuestos, ¿caminos enfrentados?

Al cierre de esta edición, el gobierno saliente anunció la puesta en marcha del programa de trazabilidad animal en el país en la plataforma de Sinigan, en el cual participaron el Ministerio de Agricultura y Ganadería, el ICA y Fedegan. Andrés Moncada, de este gremio, puntualizó que son componentes importantes del programa, la universalidad, confiabilidad y gradualidad, además de la trazabilidad misma, y que el propósito es llevar el registro de los animales desde el nacimiento hasta el sacrificio mediante chapetas que cumplen con los requisitos internacionales. En ellas –las chapetas–, quedarán consignados eventos de la vida del animal como vacunaciones, tratamientos, ventas y cambios de propiedad, enfermedades, movilizaciones y la muerte. Es decir, la hoja de vida del animal.

A la plataforma de Sinigan migrarán los hierros registrados en Sigma, así como la información de la vacunación y de predios, para que toda esa información esté en una sola base de datos; “había dos inventarios, una plataforma almacenaba las cifras de vacunación y otro la movilidad, y no coincidían. Ya no habrá discusión sobre cuál es la cifra real”, destacó Deyanira Barrero, gerente del ICA al comienzo de agosto.

Integradas las bases de datos de Minagricultura, ICA y Sinigan en una sola plataforma con canje automático de información pues, el sistema hace que los softwares privados y oficial sean compatibles, se espera que la tecnología haga más confiable la información. Anunciaron que pronto los consumidores encontrarán en los supermercados productos cárnicos con sello oficial del trazabilidad y se abre la posibilidad de enviar esa carne trazada a mercados de alto valor por la agregación de valor.

¿Mayor costo para los ganaderos? Tal vez, pero el incentivo lo da el mercado pues el animal identificado va a mejores mercados.

A esta noticia esperada por años, se suma otra cuyo desarrollo depende de los alcances de la reforma tributaria: la posibilidad de que la carne bovina quede gravada. Su consumo ya golpeado por el alto costo podría verse más impactado a la baja, afectando la salud de los más vulnerables, el desarrollo cerebral de los niños y el bienestar de los adultos mayores; ambos necesitan esa proteína. Pareciera un error pues en el aparte del proyecto que se refiere a los alimentos ultraprocesados se incluyó la partida arancelaria 02.01 –que es universal, no colombiana–, la cual corresponde a carne bovina fresca. El presidente recién posesionado ha hablado de impulsar la ganadería sostenible y la reforma gravaría la carne allí producida… Algo que suena, por decir lo menos, incoherente.

Colombia tiene la capacidad –y la oportunidad– de tener una ganadería robusta, sostenible, respetuosa del medio ambiente, para beneficio de todos, el sector primario, los otros eslabones de la cadena y los consumidores.

Con estas noticias los dejo. Y les dejo nuestros contenidos que hacen énfasis en genética, además de otros técnicos, también de actualidad, todos referidos a la cadena cárnica del país. Para la siguiente edición estaremos de aniversario, en octubre cumplimos diez años de vida. ¡Saludos!

Coordinadora de relatos

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