El consumo de carne vacuna cayó en Argentina en el primer trimestre del año por debajo de 50 kilos per cápita fundamentalmente por “los bolsillos flacos” de los argentinos, según la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra).
Se prevé que este año los niveles de consumo se sigan hundiendo, aún más que el 2020 cuando alcanzó el peor año de los últimos cien. Para los expertos ya estamos en el nivel más bajo de la historia.
De los 82 kilos en promedio que consumía cada argentino en los años 60, fue disminuyendo así: en la década del 70, cayó a 82 kilos mientras que en los 80, descendió a 78 kilos. En los 90 la baja fue más abrupta mermando a 70 kilos (datos del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina, IPCVA),
En el nuevo milenio se acentuó la caída y de los 65 kilos de carne bovina que ingirió por habitante, pasó a 57 kilos en 2010 y finalmente, a 50 kilos en 2020. “En 60 años, perdimos 40% del consumo de carne vacuna”, calculó el economista jefe del Instituto IERAL de la Fundación Mediterránea, Juan Manuel Garzón, quien dice que este año se espera que caiga a 46 kilos.
