¡Cumplimos ocho años!
Hace ocho años emprendimos, con Gonzalo Munévar, este camino de mostrar los logros y aciertos de la cadena cárnica, así como sus oportunidades y falencias. De destacar a los referentes, aquellos que construyen caminos de eficiencia y aprovechan oportunidades. Para crear puentes entre los eslabones, plantear discusiones y debates, analizar temas de actualidad y transferir conocimientos e información.
Nos hemos posicionado como la única publicación especializada del sector cárnico en el país gracias a ustedes, los lectores. Gracias a los profesionales que comparten en nuestras páginas sus saberes, con esos lectores. Gracias a las empresas que han creído en nuestro profesionalismo y alcance nacional y nos han apoyado permanentemente. ¡Muchas gracias a todos ustedes!
Hemos percibido en este tiempo transcurrido que la cadena pide –entre otras circunstancias–, integración, nuestro énfasis en esta edición. De ahí el orgullo que sentimos de acoger los contenidos generados en Porcicultores APA, emblemática empresa antioqueña que adoptó la asociatividad hace casi 20 años, y que desde entonces ha crecido integrando la cadena y en la oferta de servicios con beneficios innegables para sus asociados que hoy suman 120. APA muestra con lujo lo lejos que se llega cuando hay objetivos claros y esfuerzos compartidos.
En esta edición también nos acompañan autores comprometidos con el devenir y progreso de la cadena cárnica, generosos ellos con nuestros lectores que se benefician con sus contenidos compartidos. Nos acompañan con temas relevantes, algunos de imperiosa implementación, otros importantes y menos urgentes pero no imprescindibles. Tenemos sus reflexiones y análisis, temas de forrajes, nutrición, crianza, manejo, integración, asociatividad, bienestar animal, sistemas agrosilvopastoriles que involucran el sorgo forrajero, la búsqueda de alimentos funcionales, sostenibilidad en los paisajes ganaderos… Es un abanico abarcador de temas de la cadena.
Una reflexión final. En el primer mundo los consumidores piden decididamente trazabilidad de los productos, exigencia acrecentada por la pandemia, aunque solicitada desde antes. Rabobank dice que en adelante será una prioridad: “la trazabilidad, que permite al consumidor identificar el origen y producción de los alimentos, ganará más importancia en el futuro, especialmente con respecto a la sostenibilidad”, dijo ese organismo recientemente, que además augura el “fortalecimiento de la transición al consumo de proteínas alternativas”.
Crece el interés por la carne sostenible y con claras garantías sanitarias. Y Colombia tiene mucho que ofrecer.
Coordinadora de relatos
