DE CARNE 46

El mercado cambia, ¿el país se ajusta?

En momentos en que Colombia debería aprovechar los mercados habilitados para recibir nuestra carne, la gran prensa informa que en el primer trimestre prácticamente se fueron en pie hacia el cercano Oriente la misma cantidad de animales que se despacharon en todo el año pasado. ¿Cómo es que esas ventas en bruto no dan paso a productos con valor agregado? Gustavo Castro, presidente de Acinca –el gremio que aglutina las plantas de sacrificio que más benefician en el país–, nos manifestó que en el primer trimestre del presente año Colombia envió productos cárnicos a doce países, de los cuales tres tuvieron una participación mínima, de menos del 1% y que “casi toda la exportación de carne ha recibido compensación del Fondo de Estabilización de Precios, es decir, subsidios porque de lo contrario no era competitiva”. Dicho de otra manera, enviamos cuartos delanteros y carne de calidad inferior y despojos. Por eso las preguntas que plantea el doctor Castro son muy pertinentes: ¿a cuáles países podemos exportar sin compensación? ¿Cuántos frigoríficos están exportando? ¿A cuántos países compradores de carnes de altos precios exporta Colombia? El panorama es complejo y, sin duda, tiene muchas aristas.

Lo claro es que hay mucho por hacer en un mercado que se reacomoda en lo local y en lo global. En lo global, los mercados han cambiado sus necesidades, por ejemplo, Argentina no cumplirá con la cuota Hilton –que incluye carne de alta calidad– debido al cierre de hoteles y restaurantes en Europa.

En lo local, con el encierro han crecido las entregas a domicilio para cocinar carne en casa, los consumidores redescubren recetas que van más allá de la parrilla.

Por el lado de las plantas, la información parece contradictoria: las plantas autorizadas provisionalmente bajo el Decreto 1500 para beneficiar bovinos, porcinos y aves cayeron de febrero a abril de 396 a 346…

Y como el mercado se ajusta, un sector amplio de ganaderos sigue fortaleciendo su gestión para ganar competitividad y sostenibilidad. Dos de ellos comparten sus experiencias con ustedes, nuestros lectores; son Jorge Sánchez, ubicado en el Magdalena medio, y Jorge Palacios, en Meta, mientras que Luz Mercedes Botero exhibe la experiencia con silvopastoreo en Pinto, Magdalena.

Otros temas que nos acompañan en esta edición se refieren al levante con Germán Ramírez, la precocidad sexual con Marcelo Almeida, el programa +CARNE del Tolima con Román Castañeda, los costos ocultos de la ganadería con Nicolás Sierra, el agua como factor de bienestar con Rodrigo Gachancipá, la selección natural y/o artificial con Juan Camilo Escalante, el establecimiento de una base materna en la cría con Mauricio León, el desafío de los parámetros reproductivos con Fernando Sedano, las expectativas de la ganadería llanera con Gonzalo Munévar y el manejo de la información de la finca con Adriana Parada.

Varios analistas también aportan sus reflexiones: Carlos Alberto Maya habla sobre la crisis en los mercados, Álvaro Urrea invita a trabajar por el valor agregado y Juan Alvarado trata del impacto del COVID-19 en el mercado de la proteína animal.

Quien no esté en el sector puede pensar que este es un reguero de temas. La realidad es que son temas de toda la cadena, desarrollados por autores de primera línea, los cuales, esperamos, aporten luces a la consolidación de procesos y decisiones.

Mientras nos volvemos a saludar con un beso o un abrazo espero que disfruten la lectura de esta edición de la revista DeCARNE. ¡Cuídense mucho, queridos lectores!

Coordinadora de relatos

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