Eficiencia, calidad y otros detalles
A pesar de que hay enérgicos y apasionados defensores de los alimentos vegetarianos aduciendo que “las vacas dañan el medio ambiente”, la realidad es que la dieta vegetariana no alcanza a proveer, ni en calidad ni en cantidad, la proteína que el mundo necesita. No se puede olvidar que la carne es valiosa fuente de proteínas de alto valor biológico como las vitaminas del complejo B y minerales, entre ellos el hierro, zinc, selenio y fósforo. Sin carne en la dieta del hombre es muy posible que aumenten las deficiencias nutricionales y problemas de salud.
Ante esta postura anti vacas, cada vez más empresarios de la carne buscan caminos de eficiencia; ellos han escuchado las voces de protesta y los cuestionamientos e intentan acomodarse a lo que piden los mercados y el medio ambiente.
Esos caminos de eficiencia incluyen sistemas como los silvopastoriles y de pastoreo que aprovechan mejor los forrajes. Hay tecnología e innumerables experiencias en ese sentido. Precisamente el tema de los forrajes tiene énfasis en esta edición de DeCARNE: es crucial en la cadena cárnica por lo que significa en términos de ganar rentabilidad de la mano de la protección de medio ambiente: su adecuada oferta e ingesta por parte de los animales incide en la rentabilidad de la explotación ganadera y de la cadena, por ende.
Hay forrajes que hacen que los bovinos produzcan menos metano, sistemas forrajeros que protegen los suelos de la erosión, que fijan nutrientes en el suelo, que permiten ceba en menor tiempo… Con el pastoreo eficiente los bovinos secuestran más carbono del que emiten, lo hemos mencionado en varias ediciones.
Eficiencia y calidad. Con esas dos premisas será posible que atendamos parte de ese mercado que parece abrirse a Colombia: el de China, en el cual se avanza en el proceso de admisibilidad para la carne colombiana. También llevará a superar la evidencia que muestra la FAO cuando dice que la ganadería es responsable de casi el 10% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Si enfrentamos esa circunstancia como país y aprovechamos la cualidad de producir carne en pastoreo, podríamos acceder a otros mercados que piden carne orgánica, natural o producida en entornos sostenibles.
Aportamos nuestro grano de arena con los contenidos de esta edición que se refieren a la conjunción de ganadería y reservas naturales, los sistemas de pastoreo que impulsa Cipav, la suplementación que aporta rentabilidad al disminuir el tiempo de ceba, el esquema de arrendar tierras y ganados, las pruebas de desempeño de ganados criollos en pastoreo… Temas adicionales como la seguridad laboral, los cortes de carne, su calidad y la educación rural, son todos aportes que esperamos ayuden a fortalecer la cadena cárnica.
En DeCARNE defendemos la proteína animal producida de manera eficiente y afincada en opciones orgánicas y naturales; más y más ganaderos se tienen que contagiar de esta petición de los mercados y del planeta, siempre con una visión de cadena. Solo así el consumidor será fiel.
Coordinadora de relatos
