De Carne 40

¿Está Colombia lista?

Si bien el tema de la salud del hato colombiano significa que se abrirían de nuevo mercados globales para la carne colombiana, el panorama no es sencillo. Mientras en Colombia el nubarrón de la fiebre aftosa parece alejarse, en el resto del mundo hay situaciones que podrían hacer cambiar la dinámica del mercado cárnico.

En el ámbito internacional la competencia puede llegar a ser feroz ante el consumo creciente de carne de res en los mercados asiáticos –China, Japón y Corea del Sur, especialmente–; se suma la peste porcina que posiblemente jalonará un aumento de las importaciones de esos países. Se estima que solo China importará al menos 500 mil toneladas adicionales de carne roja este año 2019 para compensar la carne porcina que deja de producir debido al sacrificio de cerca de 90 millones de cerdas a causa de la peste. Y la oferta podría tomar diez años en estabilizarse.

En la región, Brasil continúa fortaleciendo sus exportaciones. El informe de Rabobank de mayo indica que en los primeros cuatro meses del año el incremento fue de 12 por ciento en volumen, siendo China y Hong Kong los mayores compradores además de la Unión Europea, los países árabes, Egipto, Chile y Rusia.

¿Está Colombia lista para competir con los grandes productores y para enfrentar las exigencias de los mercados?

Vuelvo al comienzo: si bien “en agosto recuperaremos el estatus sanitario de país libre de fiebre aftosa”, según manifestó el ministro de Agricultura a mediados de mayo, este hecho en sí mismo no es suficiente para que Colombia entre con fuerza y de manera sostenida a los mercados mundiales.

La cadena cárnica colombiana, comenzando por el eslabón primario, tiene mucho que mostrar y de lo cual enorgullecerse. Hay empresas que hacen encadenamiento consistente, otras que cuidan el medio ambientes a partir de prácticas sostenibles, unas más que buscan aliados para aunar fortalezas… Colombia tiene mucho para ofrecer: carne con denominación de origen, o con el valor agregado de ser producida a pasto, animales criados y cebados con bienestar –aunque falta más bienestar–, razas taurinas adaptadas, plantas certificadas -–también faltan muchas–, gremios proactivos… Algunas de estas cualidades las destacamos en artículos en esta edición.

No obstante, faltan muchas tareas por acometer: fortalecer la red vial terciaria, frenar la deforestación, establecer una trazabilidad robusta, frenar el contrabando, erradicar otras enfermedades como brucelosis, aumentar consumo… No solo los tratados de libre comercio podrían ser una amenaza para el sector. Y no solo los ganaderos deben acometer las tareas, algunas son del gobierno. Pero es muy cierto que crear sinergias y establecer alianzas permite aprovechar oportunidades.

Coordinadora de relatos

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