De Carne 29

La hora de los desafíos

Un desafío inesperado enfrenta la ganadería en Colombia: el control de la fiebre aftosa, el cual analizamos en esta edición. No es el único. En este momento en que hay empresas alineadas hacia la exportación y mercados abiertos, los cuales los industriales esperan retomar una vez el país recupere el estatus de libre de aftosa con vacunación, la productividad se ratifica como elemento de importancia para atender el mercado interno y las exportaciones. No es una circunstancia nueva.

Varios aspectos impactan la productividad, a los cuales aportamos desde diferentes ángulos en esta edición de DeCARNE. Ellos limitan la rentabilidad de manera importante, pero afortunadamente tienen manejo en la medida en que se identifiquen los factores que la arrastran a lo negativo y se acometan las tareas para superarlos.

Con este panorama, Mónica Ávila plantea la importancia del parto anual como factor de rentabilidad que, además, permitiría aumentar los inventarios de ganado. La cría bovina, alimentada con sustitutos lácteos podrá potenciar su genética en ese momento de su vida de gran vulnerabilidad, lo relata Erika Paola Martínez, mientras Yesid Montes muestra lo que debe contener y lo que aporta una buena sal mineralizada, producida con experiencia, calidad y tecnología de punta. Desde Brasil, Evandro Ferreira de Souza habla del control de parásitos como factor de rentabilidad.

Los insumos no son lo único. Los porcicultores del país muestran el camino de la sanidad y la bioseguridad como factores fundamentales y coherentes que aportan a la  rentabilidad y a la confianza del consumidor, elementos que les han permitido posicionar esa carne en los mercados.

Los procesos también cuentan. Diego Arciniegas nos muestra el camino de la certificación orgánica, que más que un cambio de tecnología implica un cambio de actitud. Daniel y Jesús Berdugo plantean la importancia de conocer la cadena bufalina y de manejar aspectos como calidad y responsabilidad. Y en la industria destacamos la crónica de un sacrificio que muestra los niveles de calidad de la empresa que lo realizó y que además implica una carne apetecida en otras latitudes, la Wagyú.

Calidad es factor que se impone en toda la cadena y que maneja Baltazar Russi, de familia con gran tradición carnicera que ha sabido enfrentar retos y ponerse a tono con lo que pide el consumidor.

Agroexpo nos mostró sinergias y encadenamientos en los sectores porcino, bovino, bufalino  y ovino. Interesantes en la medida en que fortalecen a sus participantes y llegan al consumidor con alternativas novedosas, haciendo economías de escala y aprovechando fortalezas de unos y otros.

Todo anterior, ¿para qué? Para satisfacer el paladar del consumidor, el juez que califica los productos –la carne–, al final de la cadena. El objetivo de la cadena.

Se ratifica que la eficiencia en la cadena cárnica pasa por el cambio de mentalidad más que por grandes inversiones. Para superar indicadores como la alta edad al sacrificio y la escasa ganancia de peso, entre otros. ¡Mucha inspiración les deseamos!

Coordinadora de experiencias

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