EN BUSCA DEL BIOTIPO IDEAL

Gonzalo Munévar M.

La razón que obliga a este viraje radical es simple: si persiste en el modelo vigente el acceso de este producto a mercados externos estará limitado a unos pocos, pequeños o marginales.

El cambio, como es obvio, comienza en la base, esto es, en el recurso genético, que debe someterse a un mejoramiento profundo para poder ofrecer carne de calidades premium o similares, las que consumen los mercados más exigentes.

Con este objetivo se diseñó el que se conoce como Plan Nacional de Mejoramiento Genético Bovino, que tiene a Corpoica como uno de los gestores y el responsable del componente científico.

TRABAJO DE TODOS

La institución resalta que tanto en la concepción como en la acción o parte operativa la acompañan el Ministerio de Agricultura y organizaciones como Unaga como vocera de los criadores reunidos en asociaciones de raza.

Como enfatiza el director de Corpoica, Juan Lucas Restrepo, el papel de dichas asociaciones será trascendental en tareas como administración de información, registros de animales, y de otros, importantes para el correcto desarrollo del programa, “en las que hasta ahora se ha fallado y con ello dificultado que el mejoramiento genético sea tan efectivo como es de esperarse”.

Explica que con su conocimiento apoyará a las de criadores de ganados productores de carne, encabezadas por Asocebú. Con ella y con la empresa francesa Genes Diffusion se ha sellado una alianza “para estructurar algo que no se ha visto hasta ahora, un índice genómico de la raza Brahman colombiana”. La francesa es una de las tres empresas privadas que en el mundo han innovado en los años recientes en índices genómicos y en la promoción de la genética por animales genómicos “y no por el sistema tradicional de las exposiciones, que se limita a lo fenotípico, en lo que los animales aparecen totalmente atractivos, pero son una incógnita en lo genotípico”.

Para el mencionado índice, puntualiza Juan Lucas Restrepo, se apoyará en los registros genotípicos y genealógicos que Asocebú ha venido manejando, “complementados con datos de poblaciones de referencia que están identificadas en hatos que tienen la mejor prospectiva en potencial genético. Los estamos utilizando, con herramientas de genómica, extrayendo ADN y empezando a armar unos modelos estadísticos que crucen esa información del genoma, por ejemplo, con información de desempeño productivo, con lo cual, a la vuelta de un par de años tener ese índice, de forma que con solo una muestra de ADN podamos decir que un ternero de seis meses reúne las características deseables para ser un reproductor en la ganadería colombiana, capaz de transmitir características productivas de alto interés para el sector pecuario”.

Lo define como un proyecto consentido de Corpoica dada su excepcional trascendencia, y subraya que a lo largo de 2013 se genotipificarán alrededor de 1.600 animales, de un total de 5.000 que se necesitarán para llegar a ese modelo estadístico.

TRAS EL BIOTIPO IDEAL

“Esto, para la raza Brahman estará muy bien, pero dadas las exigencias de calidad de los mercados, probablemente ella será un ingrediente y no el producto final de lo que Colombia debe ofrecer a dichos mercados, en los que las razas europeas son significativamente importantes”.

Otro capítulo importante del plan tiene que ver con que, como lo describe el director de Corpoica, de acuerdo con diferentes sistemas productivos, pastoreo –intensivo o extensivo- silvopastoreo, o cualquier otro, Colombia debe definir cuál es el biotipo de animal “que logremos acomodar a ese sistema productivo. Entonces, ya no tenemos la genética sola sino asociada con un entorno u oferta agroambiental y con un modelo de producción. Vamos a ver cómo, con esos ejemplares Brahman mejorados, con las razas europeas y las criollas colombianas podemos lograr la mejor combinación para llegar a biotipos que empiecen a masificarse como hatos productores de carne de buena calidad”.

VALORIZAR LO AUTÓCTONO

Otra línea de trabajo del programa de mejoramiento genético que Restrepo califica de supremamente importante es la que desembocará en la valorización de las razas bovinas criollas. Explica que Corpoica es custodia de cuatro razas, que pronto extenderá a otras dos. “Tradicionalmente hemos tenido mucho peso en Blanco Orejinegro o BON, Romosinuano, Costeño con Cuernos y Sanmartinero, y ampliando el espectro estamos trabajando algo con Casanareño y Hartón del Valle”.

Explica que en ejercicio de esa custodia operaba como un banco, esto es, guardando y conservando cosas, en este caso, genes. “Tenemos unas familias y las hacemos circular, y entre más feas estén las vacas y más diferentes sean unas de otras, mejor nuestro trabajo porque la consanguinidad es baja, la diversidad genética alta, pero la eficiencia productiva es mínima”.

Para corregir esta situación se ha entrado a una fase distinta, que empezó abandonando la conservación y sustituyéndola por un fomento tímido, pero de las mismas vacas feas e ineficientes. Ahora todo eso cambió con el diseño y puesta en práctica de un programa de mejoramiento genético de criollos colombianos, algo que no existía. “Estamos organizando hatos de 300 vientres de cada una de estas razas para empezar a buscar mejorar sus índices productivos, que tienen magníficos indicadores en salud y reproducción, pero que es necesario mejorar otros. No buscamos que ellas lleguen a ser las razas prevalentes de Colombia sino que generen un vigor híbrido y que sean un ingrediente de los biotipos del animal que queremos empezar a evaluar y validar”.

Algunos de los centros de investigación de Corpoica tendrán núcleos de mejoramiento, y en los demás se comenzará la validación comercial de cruces de razas criollas con Brahman y razas europeas.

Como la aproximación se lleva a cabo mediante sistemas de producción, entran a jugar papel importante elementos referidos a alimentación, integrados totalmente con el recurso genético animal, con su salud y el manejo, con el propósito de entregar a los ganaderos modelos que ellos puedan adoptar.

En tema tan determinante como la nutrición, próximamente Corpoica tendrá los primeros registros comerciales de sorgos dulces para incorporarlos como forrajes estratégicos a las raciones.

PUESTA A PUNTO

Precisa el director Juan Lucas Restrepo que en el presente año la entidad está poniendo a punto la oferta tecnológica para transferirla a los productores, y en la medida en que la investigación permita validar nuevos componentes de esa oferta se irán incorporando a los modelos de transferencia.

“Nuestros veedores son las instituciones y los productores, quienes juzgarán si lo estamos haciendo bien o mal”.

EL GANADERO, ACTIVO

Dice Juan Lucas Restrepo que el papel del ganadero en este, y por extensión, en cualquier proyecto de fomento, es protagónico, cuya primera acción es la de expresar lo que necesita. “Es validador y ajustador; es decir, tiene que adaptar el conocimiento a sus condiciones específicas; en ganadería, es bastante claro que un productor puede tener los mejores animales, la mejor oferta forrajera y demás, y ser un modelo de eficiencia; y otro, con los mismos activos, vivir quebrado, porque en la operación intervienen muchos factores de manejo y de competencias específicas de administración en la finca”.

En esta tarea las asociaciones de ganaderos pueden jugar un papel determinante al colaborar en la capacitación de los asistentes técnicos en actividades de administración y gerencia.

RETO

Si bien existe interés marcado de las instituciones u organizaciones de ganaderos porque el programa alcance sus objetivos, persisten situaciones que han frenado en algo el desarrollo buscado. Explica que, por ejemplo, hasta ahora Fedegan y Corpoica, por citar sólo dos instituciones, han trabajado en forma aislada. Resultado de ello es que el gremio ganadero creó su propio modelo de asistencia técnica y transferencia de tecnología, y para temas específicos ha concretado alianzas, como la que tiene con Cipav en el tema pastoril, con excelentes resultados. Sólo ahora se han acercado y están trabajando las tres y han invitado a un par de universidades para asociarse en busca de diseñar un modelo con las experiencias y conocimiento de cada uno. “El gran reto es integrar las visiones y perspectivas de los grandes actores porque todavía no estamos totalmente alineados, a pesar de que lo que estamos proponiendo es el modelo del Ministerio de Agricultura. Ahí vamos pero falta mucho por conciliar”.

Al finalizar este año, dice que los actores del programa quedarán satisfechos si se concreta una buena oferta tecnológica en la cadena cárnica y si se ha vinculado a un número importante de asistentes técnicos al modelo de transferencia; si en carne hoy son 20 deberemos llegar a 200, “porque hay que ser ambiciosos”: tener en marcha macro proyectos regionales de investigación y vitrinas tecnológicas funcionales, que las describe así: “Recibimos críticas cuando hablamos de ciertas alternativas u ofertas tecnológicas, con el argumento de que a ellas sólo tienen acceso productores de un nivel económico superior al promedio; entonces, lo que en la Corporación estamos haciendo es escalando hacia abajo muchas de estas propuestas. En Turipaná, Córdoba, por ejemplo, vamos a disponer de una finca especializada en carne, en pequeña escala, que incorpore todo tipo de tecnologías ganaderas. Allí demostraremos que optimizando el uso de la mano de obra familiar es posible vincular a la producción tecnología y conocimiento sin necesidad de incorporar a sus procesos productivos maquinarias y otros insumos que no están a su alcance”.

 

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