El mejoramiento genético

Importante que en la búsqueda de acercar la ganadería a los niveles de eficiencia y competitividad que exige el momento, Colombia haya incorporado a su agenda un proyecto de mejoramiento genético que haga de la carne bovina un producto apetecible por los mercados más exigentes.

Valiosa la participación en el diseño y puesta en práctica de los tres agentes necesarios en todo empeño de esta magnitud y alcance: el Ministerio de Agricultura, Corpoica y Unaga; cada uno con su aporte especializado contribuirá a que un proyecto tan ambicioso se enfoque correctamente, esto es, que responda a las necesidades del país, que esté por encima de intereses de asociaciones de criadores, de empresas que comercializan genética o de regiones.

El papel encomendado a las asociaciones en la administración de información, registros de animales, y otros de igual importancia es decisivo para que el proyecto se desarrolle en la dirección y el ritmo necesarios, para que el mejoramiento genético sea tan efectivo como se espera.

Es claro que con los mercados externos como objetivo central, no el único, es imprescindible y urgente un viraje en el tipo de ganado que produzca esa carne que busca el mercado. Tampoco se duda en que ella no puede ser aporte de una raza como la Brahman, lo que no equivale a decir que deba desechársele. Por el contrario, en virtud de su innegable capacidad de adaptación al trópico, esa característica es valiosa como ingrediente en los cruzamientos con las europeas o taurinas.

Tan reconocido es su aporte genético que la Asociación Cebú y una empresa de genética están trabajando en algo totalmente novedoso como es el índice genómico de la raza Brahman colombiana.

A su turno, para los criadores de las otras, especialmente las criollas, se abren unas puertas amplias por las que pueden ingresar al competido mercado externo, que lo único que exige es calidad, que con suficiencia ellas ofrecen.

Para no quedar al margen de la globalización, que hoy rige las relaciones comerciales, es de esperarse que cada actor desempeñe a cabalidad su función, que se entienda el proyecto como un propósito nacional y, ante todo, como una oportunidad única para que algo tan importante para Colombia en lo económico y social como es la ganadería, se modernice y se ubique a la altura de las naciones que pueden alimentar al mundo con una proteína animal de calidad excelsa.

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