GARANTÍA DE CALIDAD

En desarrollo del programa de transformación productiva para la carne bovina se escogió un equipo de consultores con la misión de que visitara tres importantes regiones ganaderas y como resultado de sus observaciones elaborara un diagnóstico, acompañado de recomendaciones en el cada día más sensible tema del bienestar animal.

El trabajo de esta misión de expertos se resumió en un documento elaborado por Laura Estévez Moreno, del que hoy presentamos un resumen de los aspectos tratados en el mencionado estudio.

Una de las conclusiones es que en Colombia los reales problemas de bienestar están principalmente relacionados con el transporte y algunas prácticas comerciales previas al sacrificio de los animales.

HOJA DE RUTA

Los consultores concluyeron que los esfuerzos de las políticas de bienestar animal deben estar orientados hacia la calidad de la carne “con un enfoque holístico en el que sea prioridad crear conciencia de que la calidad se construye de manera paulatina”.

Dada la globalización del comercio y la creciente demanda de proteína animal –subraya el estudio- en todo el mundo ha aumentado de forma significativa el número de animales criados, transportados y sacrificados, lo que ha agudizado problemas de bienestar.

Partiendo de la premisa de que la ganadería está orientada al pastoreo extensivo, la de Colombia tiene una fuerte orientación sostenible, amigable con el medio natural y con miras a la optimización de gastos operativos, lo que puede conferirle atributos de calidad diferenciada, que pueden ser ventajas competitivas en el mercado internacional de la carne con países como Argentina, Uruguay y Chile, en el segmento de carne de alta calidad. Incluso en la venta de carne industrial con remanentes o animales provenientes de centros de producción que no garanticen los altos estándares que exige la calidad ecológica.

Explica que las cadenas productivas tienen grandes rezagos en logística, procesos, inocuidad y bienestar animal, y en general, están preocupadas más en producir con eficiencia que en la calidad de la carne. Por ello, es frecuente- tanto en carnicerías como en grandes superficies- “encontrar una alta proporción de carnes DFD (oscuras, firmes y duras) que tienen como causa el estrés causado por las malas condiciones pre-sacrificio, transporte, manejo y sacrificio y gran cantidad de hematomas”.

En las tres regiones que visitaron, los consultores encontraron grandes diferencias en el trato animal, que resumen así: en Montería, a los empleados de las fincas y los operarios de las plantas de beneficio les preocupa el bienestar animal, que se expresa en el uso de métodos de arreo no cruentos y en el bajo empleo del tábano o bastón eléctrico, menor incidencia de hematomas en las canales y menor presencia de canales con contusiones.

En La Dorada la preocupación es menor, pero con capacitación podría mejorarse, y en los llanos Orientales la actitud hacia el ganado es violenta.

Para el bienestar del ganado –especifican los consultores- los mercados ganaderos representan más riesgos que las subastas, pues es común encontrar en ellos animales heridos y enfermos que no reciben atención médica alguna.

En ocasiones son manejados con agresividad, trato que suele agravarse durante el pesaje, en el que puede observarse el uso indiscriminado de palos, tubos de plástico e incluso puntapiés para mover los animales.

“El intermediario suele tener una influencia en su operación, y por convenir a sus intereses suele restringirse la bebida a los animales, hacinarlos en corrales, someterlos a pesajes continuos e incluso golpearlos para que se levanten para verificar su condición corporal.

Las instalaciones de los mercados suelen tener serias deficiencias de espacio, sombra, acceso a bebida, incluso en las zonas de carga y descarga. La presencia veterinaria es nula y la de animales lesionados o enfermos es más evidente que en cualquier otros lugares.

Las subastas ofrecen mejores condiciones y tienen reglas de operación más exigentes. Sin embargo, es necesario elevar la presión gubernamental para que los niveles de calidad de alojamiento y manejo de los animales sean homólogos en mercados y subastas”.

FORTALEZAS Y DEBILIDADES DEL TRANSPORTE

El transporte es punto clave en la dinamización de la cadena y en el bienestar animal. Es vital que se haga un esfuerzo por mejorar las condiciones de los viajes y los trayectos. Debe desarrollarse un sistema logístico que controle los flujos de los camiones, que tenga un registro de conductores y se estandaricen las condiciones operativas de los viajes, de acuerdo con las rutas.

También lo es proteger a los animales de las inclemencias del clima, de la posibilidad de herirse con el chasis, y evitar caídas durante el viaje. En general, los camiones usados no son inapropiados, por lo que deben mejorarse algunos aspectos de la carrocería para los camiones típicos con capacidad de 14-15 animales, de modo que cuenten con tres secciones, en las que sea posible repartir a los animales de manera que no se caigan durante el viaje.

Se debe fortalecer el sacrificio en las plantas regionales y desalentar los transportes largos de animales vivos. Sería ideal impulsar el transporte de carne refrigerada y otorgar algún incentivo para fortalecerlo.

LOS EXPERTOS RECOMIENDAN

Crear un consejo consultivo en bienestar animal, de carácter honorario, con acceso a los órganos gubernamentales y sociales que toman decisiones coyunturales. En él deberían participar científicos de primer nivel, básicamente colombianos, y un par de extranjeros, vinculados estrechamente con la docencia y la investigación en el área, a quienes se les consulte en temas de implementación legal, operativa y comercial en bienestar animal.

Es necesario formar especialistas en el área para ampliar la masa crítica respecto al bienestar animal, mediante becas a jóvenes profesionales para cursar estudios de posgrado en Colombia o en el extranjero, preferiblemente en diferentes países para que la visión de estos especialistas sea multifocal. Simultáneamente debe fomentarse la enseñanza del bienestar animal en universidades y crear algún posgrado que incluya profesores extranjeros en una primera etapa, que paulatinamente sean sustituidos por colombianos.

Es ineludible la creación de un programa de Buenas Prácticas Ganaderas (BPG) para la fase de transporte y logística previa al sacrificio.

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